La Villa Romana de Bruñel, en Quesada, es un magnífico testimonio de la arquitectura doméstica romana ligada a la explotación agraria.
Originalmente debió existir una construcción bastante modesta que se reformó durante el siglo II después de Cristo para construir un extenso complejo de gran riqueza decorativa.
La Villa de Bruñel está situada a 7 km. de Quesada, en la carretera de Quesada a Cazorla, en el cortijo denominado Plaza de Armas, del pago de Bruñel.
El término «Villa» fue aplicado en la antigüedad a dos formas distintas de establecimiento fuera de la ciudad. De este modo la Villa es:
– Una mansión señorial magníficamente orientada, en la que ricospropietarios buscan comodidad y descanso.
– O una modesta construcción en el campo, agrícola, ganadería o industrial.
En el siglo IV se arrasó parte de la casa para superponerle otra con patio central porticado, con una gran aula doble absidada al norte y otra ala con patio central al este. En esta última fase, aunque se mantiene todavía una gran riqueza decorativa, se aprecia ya una gran ruralización de la vida en la villa.
Texto extraído de www.turismoencazorla.com
La villa de Bruñel fue descubierta en 1965 y desde entonces ha sido objeto de diversos trabajos que se han centrado en interpretar desde una perspectiva diacrónica las funciones y usos de los diferentes espacios que conforman el complejo.
En las estancias localizadas al este del peristilo los mosaicos se complementan con recuadros con figuras, como la cabeza femenina, interpretada como la diosa Tetis o una divinidad agrícola, o octógonos con representaciones de animales o flores.
El abandono y ruina de la Villa Romana de Bruñel debieron producirse paulatinamente durante los siglos VI y VII.
Declarada Bien de Interés Cultural en 2005.