¿Sabías que los investigadores de la Universidad de Jaén han creado un aparato que puede detectar si el aceite de oliva es puro o está mezclado con otros aceites vegetales?
Se trata de un dispositivo portátil que usa dos tecnologías no invasivas: la espectroscopía del infrarrojo cercano y la nariz electrónica.
Con este invento, se puede clasificar el aceite de oliva en el mismo lugar donde se produce o se vende, sin necesidad de enviarlo a un laboratorio.
Así se evitan los fraudes y se garantiza la calidad del producto.
Este proyecto, que se presentó en la feria Expoliva, ha sido financiado por el Ministerio de Economía y Competitividad y la Agencia Estatal de Investigación.
Los responsables son los profesores Diego Martínez Gila y Javier Gámez García, del Departamento de Ingeniería Electrónica y Automática y miembros del grupo de investigación Grupo de Robótica, Automática y Visión por Computador pertenecientes a la spin-off ISR.
¡Qué maravilla de la ciencia! ¿No te parece?
Puedes ver más detalle sobre esta noticia en el Diario Digital de la UJA.