En Jaén, durante una noche de 1227, se pudieron observar luces en el cielo que actuaban de una forma extraña.
Fue tal el impacto, que si te fijas bien verás que en el escudo de Baéza se hace referencia a las extrañas luces que han aparecido a lo largo del tiempo.
En el siglo XVII se volvieron a registrar visitas propias de un fenómeno ovni.
En forma de cruz, todas las apariciones tienen lugar en un punto exacto de la muralla de Baéza.
Las excavaciones muestran una talla de una virgen, diferentes restos óseos y reliquias de santos.
Durante la Edad Media se produjeron avistamientos de extraños fenómenos en los cielos porque no tuvieron difusión porque los sucesos se difundían con dificultad por la falta de medios de comunicación.
Pero sin embargo, han quedado las huellas en muchas representaciones artísticas pero camufladas la mayoría de veces como apariciones celestiales o demoníacas.
En la alta Edad Media se registran apariciones en el cielo y vemos como los testigos son en ocasiones conturbados por sus propios vecinos ya que nadie podía imaginar en esa época que podían existir naves voladoras ni que en su interior viajen seres.
En muchos casos esos fenómenos extraños eran catalogados como cosas del demonio y son los religiosos los encargados de exorcizar una realidad manipulada por la presencia de objetos venidos del futuro y de cualquier otro lugar, que tan solo en la actualidad comenzamos a analizar en su significado.
La historia de Baeza, principalmente durante los siglos XVI y XVII, está llena de situaciones propias del programa televisivo de «Cuarto Milenio», donde abundaban apariciones místicas o sobrenaturales, en tal cantidad, que incluso los responsables eclesiásticos de la época llegaron a investigar dichos sucesos.
Sean ciertas o no aquellas apariciones, forman parte también de las leyendas o mitos de la ciudad de Baéza.