Hay un pequeño rincón de Jaén capital que muy pocos conocen, abandonado a su suerte pero que sin embargo guarda su esencia y encanto.
Raro es quien no a paseado por sus alrededores, nos referimos al lavadero que todos conocen en la carretera como el lavadero de fuente la peña. Un rincón emblemático a las afueras de la capital, conocido por su historia y sus aguas así como lugar de recreo para muchos jienenses.
Éste, el más conocido, está situado al pie del Cerro Fuente de la Peña, y es un lugar que aprovecha el agua de un manantial que servía también para regar las huertas y olivares de las tierras colindantes.
Los lavaderos públicos formaban parte de la cultura popular en la provincia de Jaén, y durante muchos años eran utilizados para lavar la ropa y otras prendas de trabajo como sacos y fardos.
Además estos espacios se convertían en lugar de encuentro, que se aprovechaba para hablar e intercambiar vivencias.
Eran los lugares muy frecuentados por las mujeres del pueblo, eran momentos de reunión, de relaciones sociales en la que no había lugar para la distinción de clases.
Antes de que se habilitaran las construcciones de lavaderos, era tradicional efectuar las labores de lavado entre los ríos y arroyos más cercanos a cada población, que servían como lavaderos naturales.
Pero centrémonos en el tema principal, EL OTRO lavadero.
Estos lavaderos fueron construidos para sustituir unos más antiguos del mismo nombre alimentados también por el agua del mismo manantial, por lo que no son los únicos existentes. Los terrenos de los antiguos lavaderos fueron propiedad de los descendientes de los Bonilla,
El primer lavadero está casi destruido por las obras de la nueva carretera de Los Villares mientras que el segundo (EL OTRO) se mantiene en buenas condiciones.
En su interior se conserva varias piletas de piedra separadas por un pilón rectangular surtido por un caño de agua procedente del agua sobrante de la Fuente de la Peña. Esas aguas van por acequias hasta las albercas del mismo nombre.
Situado cerca de Valparaiso el terreno (como hemos dicho) fue propiedad de los descendentes de los Bonilla, familia establecida en Jaén en el siglo XV de ilustres antepasados, como fueran Juan Manuel Bonilla Olivares fundador en el siglo XVIII del Monte Pio de Jaén en el antiguo Colegio de Jesuitas de San Eufrasio y Jose Antonio Bonilla y Mir, presidente de Instituto de Estudios Jiennenses.
Aun permanece junto al viejo lavadero un centenario y seco álamo, aun enhiesto recordando aquellos que el ilustrado Dean Maza por allí plantó.
Antiguos lavaderos que aún se mantiene en pie, y que a diferencia del Lavadero de la Fuente de la Peña, que han sido reconstruidos, estos mantienen sus piedras originales gastadas de tanto lavar.
Te animamos a que veas este pequeño rinconcito a las afueras de la capital jienense, y echar un poco de imaginación sobre la historia de este entorno.
Y por que no, sería muy positivo recuperarlo (tal y como está) para el disfrute de los jienenses y otro punto más «turístico» que podría sumar la capital.
¿Qué os parece la idea?