Las primeras ardillas que poblaron los montes de Málaga procedían de la Sierra de Cazorla, en Jaén. Se dice que esto ocurrió «gracias» al ingeniero forestal José Ángel Carrera, que las introdujo hace cuarenta o cincuenta años.
Este hombre fue presidente de la delegación en Málaga del Instituto Nacional para la Conservación de la Naturaleza, y fue el primer presidente de la Asociación de Amigos del Jardín Botánico de la Concepción, fundada en 1995.
Su hermano, que tenía la misma profesión pero trabajaba en la sierra de Cazorla, le trajo una o dos parejas de ardillas de la sierra de Jaén con el fin de introducirlas en los montes de Málaga.
Las ardillas fueron reintroducidas en los montes de Málaga, y hoy en día nos encontramos con uno de los animales más representativos del Parque Natural, ya que es el más atractivo y entrañable para quien conoce a uno de estos cómicos animales.