Está leyenda me la contó mi abuelo Miguel que era pastor de aquella zona jaenera.
Mi abuelo contaba que hacía muchos años, o quizas algún siglo, un viudo comerciante de Los Villares viajaba junto con su pequeño hijo llevando costales de grano de trigo a lomo de varios burros para vender a los vecinos del citado pueblo.
El viaje a pie era tan largo y agotador, que la noche se le echó encima, y como estaba haciendo bastante frio, no les quedó otra que pasar la noche en las faldas de aquel cerro, denominado camino de la carabela, pero al no ser de Jaén ellos desconocían las historias y leyendas que se contaban sobre aquel macabro lugar.
Al detenerse, el padre improvisó una cama con las mantas que llevaba y refugió a su hijo dentro de una pequeña cueva mientras él hacia un fuego para preparar algo de cena y combatir el excesivo frio invernal ya que poco a poco una extraña niebla ocre crecía a los lados de la colina hasta que los cubrió.
Después de varias horas y viendo que la fogata estaba a punto de apagarse y sin poder hacer nada porque no había leña que quemar, el padre decidió salir a buscar más leña, con tan mala suerte que por más que buscaba no encontraba nada para quemar entre tantísimos peñascos que había en aquellos alrededores.
Aquella noche de luna llena, el hombre mientras buscaba leña insistentemente escucho llorar a su hijo y pensó regresar rápidamente cuando, le da por mirar hacia arriba, y lo que le ve le llenó de una gran alegría.
Había unos arbustos secos, pero como los arbustos estaba muy altos y viendo que no podía regresar sin leña empezó a mirar por todas partes a ver si encontraba un camino por donde subir, hasta que al fin encontró una pequeña vereda que le llevo hasta la cima del monte donde estaba el arbusto.
En aquel lugar encontró unos pastores que le contaros y aterrorizaron con la leyenda del monte carabela y que las noches de luna llena suceden cosas fuera de lo normal, por ejemplo como hoy que llevamos un buen rato escuchando a un niño llorar, el padre le comento que era su hijo que lo había dejado solo mientras el buscaba leña.
Los pastores le aconsejaron que acudiese rápidamente al llanto de su hijo.
Al principio creyó que todo lo que los pastores le contaban eran mentiras y solo querían asustarlo, pero algo en su interior le decía que se apresurase y llegarse pronto al lugar donde había dejado solo a su hijo.
Por el camino y entre sombras, el hombre creyó ver un ser muy extraño, que lo dejo muy asustado.
El ser que vio o creyó ver, era una mezcla de hombre y cabra con ojos resplandecientes que huía con algo envuelto entre las manos.
Cuando el hombre aterrorizado llego a la cueva donde dejó a su hijo el niño no estaba, y por mucho que lo buscó y buscaron jamás apareció.
🖐️ Cuenta la leyenda que las noches de luna llena por todos aquellos aledaños y caseríos se escucha a un niño llora y gritar desesperadamente, mientras los perros aúllan de miedo por los alrededores de aquel lugar repleto de historia y cabras montesas.
Texto de Miguel De La Torre Padilla.