Si pensabas que Jaén solo nos ofrecía olivos y un aceite de oliva para chuparse los dedos, ¡prepárate para una sorpresa!
Linares, una ciudad que ya de por sí es rica en historia, nos ha dejado con la boca abierta con un descubrimiento que podría cambiar la forma en que vemos la historia de la Península Ibérica.
¿Qué se ha descubierto?
Pues nada menos que lo que podría ser la primera comunidad judía en la Península, conocida como Sefarad en la Biblia.
Este asentamiento data del siglo cuarto después de Cristo y ha sido desenterrado en el conjunto arqueológico de Cástulo.
¡Sí, has leído bien!
Estamos hablando de un hallazgo que podría tener más de 1.600 años de antigüedad.
Ahora, imagina por un momento la vida en ese entonces.
Atraídos por la prosperidad de las minas de plata, los manantiales y las rutas fluviales del Guadalquivir, esta comunidad judía decidió establecerse en Andalucía, y permaneció allí durante 1.500 años.
¡Eso es mucho tiempo!
Y durante todo ese tiempo, han dejado huellas de su paso, huellas que ahora están saliendo a la luz.
Pero, ¿qué hace que este descubrimiento sea tan especial?
Bueno, aparte de la antigüedad y la importancia histórica, este hallazgo ha atraído la atención de turistas, voluntarios y medios de comunicación de todo el mundo.
Y no es para menos.
Las excavaciones en Cástulo se han convertido en un verdadero imán para todos aquellos interesados en la historia y la arqueología.
Y hablando de turismo, estas excavaciones están sirviendo como un atractivo para nuevas formas de turismo.
¿Te imaginas encontrar una moneda de hace más de mil años mientras paseas por el lugar?
¡Eso es exactamente lo que le sucedió a uno de los visitantes!
Y no solo eso, sino que también hay voluntarios que, tras jubilarse, han decidido dedicar su tiempo a ayudar en las excavaciones.
¡Habla de una jubilación activa!
Ahora, si eres de los que se preguntan qué más nos depara el futuro en términos de descubrimientos en Cástulo, déjame decirte que este lugar todavía tiene mucho que contarnos sobre los primeros sefarditas en la Península Ibérica.
Y con el entusiasmo y la dedicación de los arqueólogos y voluntarios, ¡quién sabe qué otros secretos se desenterrarán en los próximos años!
Para concluir, es importante recordar que estos descubrimientos no solo nos hablan del pasado, sino que también nos conectan con él.
Nos recuerdan la rica tapeza cultural y diversa de la Península Ibérica y nos muestran la importancia de preservar y valorar nuestro patrimonio.
Así que, si tienes la oportunidad, ¡haz un viaje a Linares y descubre por ti mismo las maravillas que Cástulo tiene para ofrecer!