Al fantasma, algunos lo llaman el «Popeye de Jaen»
Fuera de este país, muchos conocen esta historia por un maravilloso programa de televisión y radio – «Cuarto Milenio», pero en Jaén es bien conocido.
Fue noticia en su momento, en septiembre de 2012, cuando el periodista Rafael Abolafia del «Diario de Jaén» descubrió una fascinante historia de misterios y apariciones en los pasillos del Consistorio.
Su artículo, titulado «Un fantasma en el Ayuntamiento», relata una serie de historias y experiencias personales que llenan de pavor a las nuevas víctimas de este misterio.
«UNA FIGURA DIMINUTA Y TRANSLÚCIDA, VESTIDA CON UNA TÚNICA DE COMUNIÓN Y QUE SE PASEA POR LOS PASILLOS DE TODAS LAS CASAS», ESCRIBE ABOLAFIA EN CLARA REFERENCIA A LA APARICIÓN INFANTIL QUE, SEGÚN TESTIGOS CONMOCIONADOS, APARECIÓ DE LA NADA EN TAN EMBLEMÁTICO EDIFICIO.
Esta historia circula, apoyada por testigos, y muchos afirman que el fantasma de un niño vestido de comunión se pasea por la catedral y el ayuntamiento.
Ese día, en pocas horas, la insólita noticia se convirtió en el centro de atención de todos los vecinos de la ciudad andaluza.
Una señora de la limpieza de Jaén llamó a la policía porque vio a un niño vestido de primera comunión (hay que recordar que el Ayuntamiento está a sólo 50 metros de la Catedral de Jaén).
La policía realizó entonces un control en el interior del edificio… con resultados poco edificantes.
Unos días más tarde, el periódico de Jaén publicó la investigación oficial realizada en el ayuntamiento debido a una aparición fantasmal.
Tras la aparición del niño y la investigación policial, el alcalde interino Francisco Javier Márquez se mostró muy sorprendido porque la historia del fantasma del niño no era algo nuevo para los funcionarios del ayuntamiento.
Según los testigos, las apariciones se producen siempre en el ala opuesta al despacho del alcalde, en la escalera principal y en la sala de ordenadores.
Muchos afirman ahora que el espíritu del niño de la catedral puede haber viajado al ayuntamiento debido a la proximidad de los dos edificios.
La imagen del niño suele aparecer en presencia de muy pocas personas y siempre va precedida de un grito. Todo el mundo coincide en que primero se oye un ligero grito que luego se hace más fuerte y finalmente aparece la imagen del niño.
Personalidades como el ex obispo de Jaén, Santiago García Arasil, aseguran haber visto a este niño.
Al parecer, el Viernes Santo de 1948, un niño apodado «El Popeye» por su robusto físico, de unos 11-12 años, se subió a una de las columnas de la catedral para ver la procesión.
Tuvo mala suerte, ya que perdió el equilibrio y, agarrado a la rejilla eléctrica, cayó al suelo y al duro asfalto, perdiendo la vida.
Curiosamente, el niño iba vestido de comunión, una tradición de la época de vestir a los niños de blanco el Viernes Santo. Al leer la noticia en el periódico, un vecino recordó una vieja historia ocurrida en su familia cercana.
Al parecer, su pareja de toda la vida le contó que cuando era niña e iba a la catedral todos los domingos a oír misa, mientras sus padres entraban para la homilía, ella se quedaba fuera jugando con un niño vestido de comunión.
Con el tiempo, se dio cuenta de que eso no era del todo correcto, ya que iba vestida igual todos los domingos.
Si no has oído esta historia, tenla muy presente cuando vayas al ayuntamiento.
¿Y tu qué haría si te lo encontraras?