Miguel Pareja y su esposa, una intrépida pareja de Jaén cambiaron las largas colas del supermercado por el tranquilo mundo de la helicicultura, la cría de caracoles, en la pintoresca localidad de Frailes.

De Contar Monedas a Contar Caracoles

Imagina pasar de gestionar promociones de «2×1» a estudiar el fascinante ciclo de vida de los caracoles.

Esta pareja decidió que era hora de un cambio de ritmo, y vaya que lo consiguieron.

La helicicultura puede no ser tan rápida como el comercio minorista, pero seguro que es más pegajosa… y posiblemente más gratificante.

No todos los días se escucha de alguien que cambia el código de barras por los caracoles de jardín.

Pero Miguel y su esposa vieron una oportunidad en los lentos moluscos.

Con la paciencia que seguramente aprendieron en las largas jornadas en el supermercado, ahora están cultivando una granja de caracoles que es la envidia de los gastrónomos y chefs de toda Andalucía.

¿Quién Dijo que los Caracoles No Son Rentables?

Mientras que algunos podrían pensar que los caracoles son solo una plaga en el jardín, esta pareja ha encontrado una mina de oro (o deberíamos decir, una mina de «baba» de caracol).

Con la creciente demanda de caracoles en la cocina gourmet y en la cosmética, han demostrado que con los caracoles, la lentitud puede ganar la carrera comercial.

La vida en la granja de caracoles no es todo trabajo y nada de juego.

Hay que tener sentido del humor cuando se trabaja con criaturas que llevan su casa a cuestas.

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