El 1 de abril de mil novecientos treinta y siete, seis aeroplanos de la Legión Cóndor bombardearon por sorpresa parte de la ciudad de Jaén.
Tanto es conque el día de hoy día se pueden observar vestigios en la catedral de Jaén.
La catedral de Jaén fue de los pocos monumentos que quedaron en pie.
“HAY FOTOS EN BLANCO Y NEGRO, DESDE EL CERRO DE SANTA CATALINA, EN LAS QUE SE VE LA HILERA DE BOMBAS CAYENDO UN POCO MÁS ARRIBA DE LA CATEDRAL. PONE LOS PELOS DE PUNTA”
Ocurrió justo veinticinco días antes del bombardeo a Guernica, y aunque el de Jaén es mucho menos conocido, se llevó por delante la vida de 159 personas (126 en el caso vasco).
Los tubos con mayor extensión del órgano simularon ser baterías antiaéreas durante la Guerra Civil.
Hubo dos razones por las que los alemanes no apuntaron cara la catedral: la primera fue que dentro del monumento estaban encerrados los presos nacionales.
“LA ELECCIÓN DE ESTE TEMPLO RELIGIOSO COMO PRISIÓN SE HIZO PRECISAMENTE PARA EVITAR ATAQUES DE LOS ENEMIGOS, YA QUE NO MATARÍAN A LOS SUYOS. Y FUNCIONÓ”.
El otro motivo fueron las baterías antiáreas colocadas en la catedral y en la torre del homenaje del Castillo de Santa Catalina, que pudieron evitar un mayor ataque.
Lo que no sabía el otro bando es que eran falsas.
LOS REPUBLICANOS DESMONTARON EL GRAN ÓRGANO RELIGIOSO PARA UTILIZAR LOS TUBOS DE MAYOR ENVERGADURA Y SIMULAR LA ARTILLERÍA CONTRA LOS ATAQUES AÉREOS
Seis años tras el bombardeo, y con la guerra ya finalizada, el órgano se volvió a reconstruir.