Los Baños Árabes de de Jaén, también conocidos como Hamman al-Walad que en árabe significa Baño del Niño.
Estos Baños están ubicados en los sótanos del Palacio de Villardompardo, que a su vez tiene en su interior otros dos Museos, el de Arte Naïf y el Museo de Artes y Costumbres Populares.
Cuentan con una extensión de 450 m², por lo que son los baños más grandes de España.
En su interior, abierto al público desde que fueron restaurados en 1970, vemos la evolución que han sufrido a lo largo de la historia, que los guías te contarán para que puedas entender lo magnífico del lugar.
Estos baños se construyeron en los primeros años del siglo XI, sobre unos baños romanos de construcción anterior.
Más adelante los baños fueron reformados en el siglo XII, dejando de funcionar como baños en los siglos XIII y XIV, para quedar prácticamente ocultos, rellenos de escombros como parte de los cimientos del Palacio de Villardompardo construido sobre ellos.
Resulta curioso que fueron descubiertos casi por casualidad iniciándose unas obras para su recuperación que tuvieron que ser interrumpidas como consecuencia de la Guerra Civil Española.
Después se retomó el proyecto y fueron inaugurados tras su reforma en 1970-1984 por parte del arquitecto Luis Berges Roldán

La reforma de este arquitecto fue magnífica.
Su restauración mereció el Premio Europa Nostra 1984., por haber conseguido mantener el estado original, sin perder su función de ser soporte del actual palacio por lo que tuvo que integrar vigas y otras construcciones que pudieran mantener ambos edificios en uno.
La visita a los Baños árabes nos permite ver una distribución clásica de este tipo de obras, que consta de un Vestíbulo, una Sala Fría, una Sala Templada y una Sala Caliente iluminadas en su tiempo por luz natural a través de unos tragaluces con forma de estrellas y con todas las comodidades y decoración tradicional de la época de su construcción.
¿Sabías que… los baños árabes o hamman era uno de los centros de la vida social del mundo árabe al que acudían tanto los habitantes de la zona como los viajeros de paso, los ricos y los pobres, los hombres y las mujeres, en rigurosos turnos, no sólo para lavarse, recibir masajes y relajarse, también, para reunirse y relacionarse con la gente.
Los árabes daban un sentido purificador al agua y el Hamman era perfecto para la mezcla de higiene, vida social, el placer de los sentidos y la espiritualidad.
Al terminar el recorrido, se pasa por un pasillo con el suelo de cristal que nos permite ver algunas de las construcciones que reposan bajo su suelo tales como columnas, losas de pavimento y otros objetos interesantes.
Con este recorrido podéis haceros una idea de lo que encierra este palacio, que además de los baños árabes de Jaén, guarda entre sus muros un museo tradicional y una buena exposición de arte Naïf, por lo que una visita se hace más que recomendable y completa.
¿A que esperas para hacer la visita?
