El árbol se encuentra en uno de los bosques más ‘viejos’ de Europa: la Sierra de Cazorla (Jaén). ¿Te suena?
Para el que no lo sabe, este espectacular árbol es un tejo que tiene más de 2.000 años de antigüedad (ahí es nada) y se encuentra dentro del conocido sendero de los Tejos Milenarios.
Éstos comprenden 16 árboles de más de 1.500 años de vida entre los que se encuentra el llamado ‘pie más longevo del continente, bajo cuya copa se sentaron a reposar romanos, árabes y cristianos.
Árbol sagrado para los pueblos celtas, asociado a la brujería, a la longevidad y a la muerte, cuentan que Julio César nos contaba en su libro sexto de ‘La Guerra de las Galias’ que Contulvo, rey de los Eburones, se suicidó con el zumo del tejo para no caer preso de los romanos.
Y es que las hojas y la corteza de estos árboles, orgullo natural de Quesada, son meridianamente tóxicas, una toxicidad para el ganado equino que llevó en otro tiempo al exterminio masivo del árbol quesadeño por excelencia. Los tejos tienen enormes leños y pueden crecer hasta los veinte metros de altura.
Aunque el tejo del que charlamos se trata sin duda del más espectacular ya que duplica el tamaño a los demás.
Data de la temporada del Imperio Romano y ostenta el título del ser vivo más viejo de España, y es uno de los pocos miembros del exclusivo club de los árboles europeos con más de veinte siglos.
Como curiosidad apuntar que en otoño, con un poco de suerte, ya que lo hacen solo cada 6 o siete años, se puede ver el fruto del tejo, que es la única parte del árbol que no es venenosa.
La ruta de los tejos milenarios es un plan idóneo para conocer de primera mano la inmensidad y la belleza de estos árboles tan antiguos.
¿Aqué esperas para visitar estos rincones? Saldrás emocionado con el entorno, garantizado.